Cuando Freud escribió La interpretación de los sueños no se conocía nada la fisiología del sueño. A pesar de ello, dicha teoría todavía sigue utilizándose, con las debidas variaciones, en la práctica psicoanalítica. Freud nos dice que los sueños son el camino que nos lleva al inconsciente, y por ello son una prueba de su existencia. Pero, ¿cómo interpretar los sueños?
Los sueños se expresan con imágenes y representaciones más que con palabras. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer para descifrar su sentido es asociar dichas imágenes con ideas. Todo ello va encaminado a encontrar el inconsciente. Por lo tanto, los sueños son idealizaciones o la realización de deseos insatisfechos y nos revelan de forma simbólica la vida interior.
¿Cuáles son sus contenidos? Fijaros que Freud distinguió entre los contenidos manifiestos del sueño (lo que recordamos del sueño); y los contenidos latentes (deseos auténticos y profundos). Lo manifiesto (sueños recordados) no es fácil de descubrir ya que reprimimos ideas y deseos que no queremos expresar. Para Freud un sueño era el incumplimiento enmascarado de un deseo reprimido. Por eso, la censura oculta los sueños prohibidos y modifica los elementos del sueño de forma arbitraria.
Por último, recordar que los sueños expresan deseos y conflictos disfrazados como símbolos oníricos. De esta forma, la muerte puede significar un viaje. Por eso, el lenguaje onírico no tiene en cuenta el tiempo ni el espacio, ni los dictados de la lógica. En sueños podemos volar o salir ilesos de una aventura. Para Freud muchos símbolos oníricos son deseos sexuales.