Uno de los fundamentos principales del determinismo es el principio de causalidad. Del principio de causalidad se han dado muchas formulaciones. Nosotros proponemos la siguiente:»cualquier suceso nuevo tiene otro suceso anterior como causa, que lo determina y lo hace ser como es, y no de otro modo».
Este es un principio muy general ya que pretende aplicarse a sucesos de cualquier tipo, es decir, no sólo a fenómenos físicos o químicos, sino también a fenómenos sociológicos, psicológicos, morales, etc.
En el sentido en que empleamos la palabra en la formulación del principio, «causa» quiere decir un suceso anterior y distinto del efecto (suceso nuevo), del que éste último depende de tal manera que, si se cumple el primero (la causa), se cumple también indefectiblemente el segundo (el efecto). Los ejemplos de esta peculiar relación causa-efecto son numerosos en la experiencia cotidiana: si un libro ha desaparecido de mi mesa (efecto), pienso que alguien lo ha cogido (causa); si tengo fiebre (efecto), pienso que en mi organismo existe un proceso infeccioso (causa).
La creencia en la verdad del principio de causalidad, y su aplicación constante a nuestra vida, son universales. Todos lo utilizamos sin vacilar, tanto en la investigación científica como en la vida cotidiana. En la práctica, por lo tanto, es indudable que todos admitimos la validez del principio de causalidad. Otra cosa, sin embargo, es el problema de si esa convicción está fundamentada teóricamente, y cómo lo está. Pero esta última cuestión la veremos otro día.

Escrito por Oscar Cruellas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s