Este era el nombre con que se designaba en Japón a los grandes señores feudales que tenían jurisdicción sobre un feudo o clan. El origen de los diarios se remontaba a los funcionarios militares puestos por Yoritomo (1192-1199) para controlar a los gobernadores de provincias, y que fueron usurpando las funciones de éstos hasta sustituirlos, creándose de esta forma unos feudos. Desde el siglo XIV los damos gozaron de una independencia casi total y contaron con tropas de samurais, pero al subir al trono los Tokugawa (1600) vieron reducidos muchos de sus privilegios. Por el contrario, tuvieron la obligación de ir periódicamente a Yedo y estar un determinado tiempo al servicio del shogun. Los daimios gozaron de cierta independencia y desempeñaron un destacado papel en la restauración de 1868.