Estos días, confusos y como casi siempre al borde del precipicio para las economías europeas, he releído algunos capítulos del libro La Era de los Extremos. Este es un gran libro, como todos los que ha escrito Eric Hobsbawn, que está dividido en tres grandes períodos. El primero comprende de 1914 a 1947. Son los periodos en los cuales el mundo desarrollado se vio envuelto en la «Era de las Catástrofes». Fijaros que esta era se inició y acabó con guerras mundiales, y entre estas dos un periodo prolongado de crisis del capitalismo, turbulencias políticas y sobre todo, dictaduras tanto de derechas como de izquierdas. Al mismo tiempo, las guerras terminaron con los imperios europeos.
El segundo período, lo que denomina «la Edad de Oro» va de 1947 hasta 1973. Este es un período caracterizado por el crecimiento económico mundial, innovación tecnológica, paz social y establecimiento de Estados-nación. Ahora bien, a partir de 1973 han ido cayendo todas las certezas que se habían establecido en los períodos anteriores. Se producen las caídas de todos los regímenes comunistas, la desintegración de la visión socialista del progreso,etc. Hobsbawn era bastante negativo ya que piensa que estamos en una profunda crisis para la cual nuestro conocimiento científico, social y político no ofrece ninguna solución.
El tercer período es el que Hobsbawn denomina la «Época del derrumbamiento». Dentro de esta hay dos cuestiones referidas al estado-nación. Esta es una fase caracterizada por el estancamiento económico. Esto tuvo un fuerte impacto sobre relaciones sociales que enteriormente se consideraban privadas tales como las relaciones entre hombres y mujeres, entre padres e hijos, entre minorías inmigradas.